El número exacto de víctimas a día de hoy sigue siendo un enigma, aunque la más aceptada es la del propio artífice de la Matanza, que confesó al periodista americano John T. Whitaker: “Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar a más de 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contra reloj? ¿Suponía que iba a dejarlos sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?”.Declaraciones como estas dejan claro el carácter del fascismo, cuyo fin no es otro que instalar un régimen de represión, persecución permanente y asesinato contra la construcción de poder popular en las etapas históricas en que la careta de falsa democracia no es capaz de esconder la explotación y el robo clamoroso que sostiene el sistema capitalista para el mantenimiento de los privilegios de unos pocos a costa de la mayoría trabajadora.
A día de hoy, cuando se derrumban las fantasías de la prosperidad capitalista ante una crisis económica sin precedentes que el propio mercado ha provocado, el antifascismo tiene que contribuir a la recomposición de fuerzas populares para organizar la respuesta colectiva a los ataques del poder, entendiendo que el origen de la institucionalidad actual del Estado español no se encuentra en el apaño constitucional del 78, sino en la victoria del bando nacional-católico en 1939. Esa es la razón por la cual las instituciones y las organizaciones de la base social del régimen intentan borrar nuestra memoria, es por eso que aquellos que se dicen “socialistas” derribaron la Plaza de Toros en 2002, es por eso que el Ayuntamiento franquista de esta ciudad tiró y reconstruyó las tapias de los cementerios donde asesinaron a los defensores de nuestra libertad. Y es que, como dijo Fraga (fundador del Partido Popular), "El franquismo ha sentado las bases para una España con más orden. De hecho, no hay más que comparar la España de hoy con la de los años treinta." Este es su orden y esta es su España.Por todo ello, pensamos que el combate antifascista debe tener por objetivo hoy, como ayer, la construcción de una sociedad diferente, diametralmente opuesta al proyecto del capital internacional, de la oligarquía española y los caciques en la que la tierra sea para los que la trabajan, en la que la economía esté dirigida por la clase trabajadora y el pueblo, y se encuentre al servicio de toda la población en vez de servir a los intereses de una minoría parásita; una sociedad en que la igualdad de derechos de hombres y mujeres sea un hecho y no una declaración de intenciones sobre el papel, sin discriminación por razón de nacionalidad, raza u orientación sexual; una sociedad sin imperialismo, que permita la autodeterminación de todos los pueblos (también de las distintas nacionalidades del Estado español) y el mantenimiento de nuestras culturas, lenguas y naturaleza.Como antifascistas, somos en consecuencia anticapitalistas, pues como ya se preguntó Bertolt Brecht, “¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica.”
El mejor homenaje es continuar la lucha.NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS. EXIGIMOS JUSTICIA Y REPARACIÓN¡NO PASARAN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta Aquí.